El presidente francés, Emmanuel Macron no admite el lenguaje tonti-feminista, perdón, inclusivo. Ya saben el de "nosotros y nosotras" que Pedro Sánchez e Irene Montero han popularizado en España y que hace interminables los discursos. España se ha llenado de tontos, tontas y tontes hasta el punto de que en este país ya no cabe un tonto, tonta ni tonte más... y pobre de aquel que se atreva a decir que el emperador va desnudo.

Pues bien, los franceses tienen menos complejos. Desde el legislativo piensan prohibir el lenguaje inclusivo y el propio presidente de la República, Emmanuel Macron, asegura que el masculino es el término genérico -en España diríamos el género no marcado y que cuando uno dice los españoles se está refiriendo, indistintamente a los españoles y las españolas: "No hay que ceder al espíritu de los tiempos", asegura el presidente francés, tan progre como Sánchez pero menos topicón. Y en cualquier caso, no tiene tanta dependencia de los tópicos, tiene un poquito más de personalidad. El lenguaje inclusivo le parece una estupidez... y lo dice... y actúa.

La postura francesa viene como de molde y en el momento más oportuno, porque, el Sanchismo si no le paramos, camina hacia las memes integrales, introducir el lenguaje trans: todos, todas y todes. Eso ya no es tonti-feminista sino tonti-trans. 

Creo que me arrepentiré en seguida de lo que ahora propongo pero... ¡Viva Macron!