En su discurso de investidura, el candidato Alberto Núñez Feijoó se mostró como un Sánchez de derechas. Y no fue un mal discurso pero, como ocurre con el PP desde Mariano Rajoy, uno tiene que preguntarse si está escuchando a un miembro el PP o a un miembro del PSOE. Hablo de propuestas, no de actitudes. 

Un ejemplo, educación: el adoctrinamiento fuera de las aulas es lo único bueno que dijo Feijóo. Lo otro, bien podría haberlo dicho Sánchez: más presupuesto educativo. Ni mencionó el cheque escolar, único garante definitivo de la libertad de enseñanza, sino más presupuesto público para educación.  

Lo mismo en Sanidad: Feijóo propone... más dinero público para sanidad. Insisto, aquí imita, aún más, no sólo al PSOE, sino a Podemos: quieren más médicos de salud mental, psiquiatras y psicólogos, imagino, eviten suicidios. Se lo podía haber escrito Ione Belarra.

La política española sigue partida, y enfrentada, entre un progre de izquierdas, Pedro Sánchez y otro progre de derechas, Núñez Feijóo.