• Solucionar la precariedad consiste en subir el salario mínimo.
  • Cáritas pide una renta garantizada: cuando se ofrece, solo acude la cuarta parte.
  • Dice que saldría por unos 3.000 millones  de euros.
  • Es curioso: lo mismo que costaría pagarle un salario a toda mujer que tuviera un hijo. Y esto sí que es necesario.
  • O sea, que hay mucha economía sumergida, que no hay un 20% de paro real.
  • Por tanto, lo lógico es reducir las cuotas laborales.
  • Y financiar las pensiones con el IVA.
  • Con los salarios tan bajos como los vigentes en España no hay forma de que repunte el consumo.
  • Y hay gente con trabajo que no puede formar una familia.
  • Conclusión (again): la creación de empleo exige la misma fórmula: Despido libre, impuestos bajos, salarios dignos. 
Ese curioso problema de la pobreza en el mundo rico, por ejemplo de España. Ejemplo, se publica el paro registrado, el pasado jueves dos. De inmediato, nuestra vergonzante y vergonzosa clase política y sindical, cuya desvergüenza no tiene parangón, se lanza en plancha: o esas cifras constituyen la salvación del país o nos hunden en la miseria y el deshonor. Ni lo uno ni lo otro: se gana empleo pero son empleos temporales en su mayor parte, o a tiempo parcial, y con salarios bajos. Pero se gana empleo, es decir, que hay gente que está un poquito mejor que un poquito antes. ¿Basta? No, no basta. Cáritas, convertida en agente electoral de la izquierda demagógica asegura que se necesita una renta básica garantizada. Dice que costaría unos 3.500 millones de euros. Qué curioso: es más o menos lo que costaría mantener el salario maternal: pagar un salario mínimo a toda mujer que tenga un hijo que es lo que más necesita la economía española: hijos. Porque resulta que renta garantizada ya tenemos. Vía comunidades autónomas o vía renta estatal para parados de larga duración. Por cierto, en este segundo punto, sólo una cuarta parte de los que en teoría tendrían derecho se acerca a cobrar este subsidio prolongado. ¿Por qué? Porque hay mucha economía sumergida, consecuencia de los altísimos impuestos laborales. Más tópicos laborales: el despido libre es malísimo e injusto. Por el contrario, es lo más justo y lo mejor para el trabajador. Hasta aquí el diagnóstico del paro atávico en España. Receta: Despido libre y contrato único. Pagado, eso sí, pero con un tope de 20 días por año trabajado. Y sin causalidad. Es la única forma de perder el miedo a contratar. Si no hay despido libre con indemnización pactada de antemano. Y contrato único. Si no, seguiremos con contratos temporales y con la inseguridad clavada en la frente. Impuestos laborales bajos. Las pensiones deben financiarse con IVA, no con cuotas, porque es así como se ha disparado la economía sumergida (se supone que hasta el 25%). Si las cuotas sociales superan el 5% crean paro. Salarios dignos: un salario mínimo que no pueda bajar de los 1.000 euros mensuales por ocho horas de trabajo diario. De otra manera, seguirá habiendo trabajo sumergido y, además, habrá trabajadores que vivan en la pobreza. Y encima no repuntará el consumo y no se podrá mantener el Estado del Bienestar con IVA… que es como debe mantenerse. Esas son las tres claves: despido libre, impuestos bajos, salarios dignos. Sin ellas, el paro no se solucionará jamás. Será desempleo crónico. O sea, lo que tenemos ahora mismo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com