Atrás quedan series míticas como Dinastía o Falcon Crest. El documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' ha batido todos los récords. El resumen de 20 años en la vida de la hija de Rocío Jurado en la que denuncia malos tratos por parte de su exmarido y algún episodio de violencia protagonizado por su hija Rocío Flores hacia Rociíto es líder de audiencia y de partipación de representantes de todos los estamentos sociales. Hasta a la política ha salpicado el programa de Telecinco. Tanto es así que el propio presidente Sánchez llamó a la protagonista del programa para prestarle su apoyo. Tampoco es la primera vez que, por ejemplo, la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, le recuerda que no está sola a la hija de la folclórica. Sin ir más lejos en un reciente debate en la cadena de Vasile, en el que Lastra ha participado vía telemática:

No podía faltar 'siendo vos quien sois' la presencia de la ministra de Igualdad, Irene Montero, al lado también de Rociíto. 

Tanto la socialista como la podemita han subrayado la importancia de su testimonio, que ha provocado un alud de llamadas a la línea 016 contra la violencia machista.

Y tan arropada parece sentirse Rociíto que afirmaba: "tengo esperanza en que la Justicia me oiga, en encontrar un fiscal, un juez, una jueza que me escuche. No me enfrento con vértigo sino con la verdad, con humildad absoluta, y me pongo a disposición de la Justicia para lo que yo creo que sería justo".

En el caso de que la Justicia no fallara a su favor, siempre le quedará Carlota Corredera, la presentadora de 'Sálvame' quien se ha erigido en su firme defensora, aunque en ocasiones pueda haber incurrido en alguna que otra contradicción en tan acérrima defensa. Según publica La Razón, Corredera afirmaba: "Nosotros realizamos esta docuserie con la intención de ayudar a una mujer que pedía un altavoz para romper su silencio”. Un altavoz que ha permanecido totalmente ‘apagado’ durante los últimos veinte años. Cabe recordar que en su programa han sido los primeros en atacar, insultar, lapidar y, en definitiva, tirar por tierra a Rocío Carrasco y al sufrimiento que esto haya podido ocasionarle.

Pero Corredera todo lo compensa enfrentándose a todo aquel que considera 'negacionista' con el caso Rociíto, a todos aquellos que no comulgan con el testimonio de la hija de Rocío Jurado o que cuestionan ciertas partes de su relato. También se refiere Corredera al “machismo” por todos aquellos que expresan su opinión con total libertad, como hacen ella y otros compañeros cuando así lo consideran. Ella, -explica La Razón- entre otros, ha querido trasladar a la audiencia que la única verdad es la de Carrasco, y todo lo demás resulta incrédulo. La otra parte ya no tiene cabida en la historia. Ella cuenta que esta es una historia en la que hay una clara víctima, Rociíto, y todos los demás son ‘culpables’, al menos mediáticamente.