- Hay que compensar a la mujer madre. Que es la que realmente está marginada.
- Y hay que rejuvenecer una sociedad que se muere por falta de natalidad.
- Las rentas básicas sólo benefician a los jetas y a los vagos.
Me pregunta un lector por qué razón apostrofamos en
Hispanidad contra la
renta básica, un mínimo para todos, al tiempo que defendemos el
salario maternal.
Sencillo: la renta básica que defienden Podemos y el PSOE no deja de ser una limosna y la gente con un mínimo de dignidad no está dispuesta a vivir de limosna. La labor del político es facilitar el marco para que todo el mundo tenga acceso al trabajo, no ofrecer limosnas.
¿
Y el salario maternal? ¿No es también una limosna? De eso nada. La mujer pierde competitividad respecto al varón y mientras ofrece al mundo lo que el mundo más necesita. Seres humanos,
futuros contribuyentes. Y a cambio, corre un gran riesgo en su vida laboral respecto al varón, porque la edad fecunda es también aquella en la que hombres y mujeres se sitúan en lo que será su altura más o menos definitiva en la jerarquía laboral. En plata: el periodo de mayor competitividad. La mujer no está marginada en el trabajo. Quien lo está es la madre.
Por tanto, es de justicia que la mujer, la pareja,
reciba una compensación por esa espléndida aportación.
Por lo demás, el
salario maternal -que con los más diversos nombres va imponiéndose en toda Europa- es un mecanismo que puede librarnos del peor mal económico y social del momento, es decir,
el envejecimiento de la población.
Por eso, cuando el PSOE y Podemos hablan de renta básica hay que recordarles que las limosnas con el dinero púbico, es decir, con el dinero de los demás, son manifiestamente injustas, y sólo los vagos y los jetas se aprovechan de ellas. El salario maternal es bien distinto.
Si el PP creyera, no ya en la familia, sino en la supervivencia de España como país, no lo duden: propondría en su programa la cuarta pata del Estado del Bienestar, más bien la primera:
la familia, aquella que proporciona más bienestar y más libertad.
En definitiva, salario maternal sí, limosnas no.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com