- Lo decía un hombre de la postguerra: los gobiernos con conciencias se autodestruyen.
- Blanco Nájera: "una ciencia sin fe, una libertad sin moralidad, una riqueza sin honradez, un bienestar en las naciones sin virtud en los ciudadanos".
- Son los hilos de la política actual. De ahí, nuestro fracaso colectivo.
Como aún creo en la democracia
me preocupa contemplar los hombres de fe y de fuste -de ambas cosas- que surgieron durante el
Franquismo. Me niego a dar por bueno ese desgraciado dicho de que el relativismo es la religión de la democracia parlamentaria. No porque crea en el relativismo sino porque, insisto, aún creo en la democracia. Aunque, puestos a ser sinceros, me pasa lo mismo que a
Chesterton le ocurría con los liberales: "Sí, continúo sintiéndome liberal, pero añoro aquellos años rosados en que
también creía en los liberales". Me apunto a lo mismo con los demócratas.
Y todo esto me ha venido a las mientes al leer una simple
hoja parroquial, de la misioneras del
Divino Maestro, unas religiosas simpáticas que 'opera' cerca de mi casa. Su fundador fue el obispo
Francisco Blanco Nájera y es a él a quien me refiero como un
tipo de fe y de fuste.
Ejemplo: tras la rendición de Japón, en 1945, Blanco recordaba que la conflagración mundial tuvo como causa el intento de crear "
una ciencia sin fe, una libertad sin moralidad, una riqueza sin honradez, unos gobiernos con apoyo en las conciencias, un bienestar en las naciones sin virtud en los ciudadanos".
Y concluía: "
Nada puede construirse fuera de Cristo".
Dicho de otra forma. ¿
Por qué el mundo va mal? Porque las conciencias andan mal. ¿Por qué la sociedad, la humanidad, anda mal? Porque el hombre anda mal. ¿Por qué anda mal el hombre? Porque no puede ¡
vivir sin Cristo!
Un tipo de la postguerra española haciendo análisis político de altura.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com