- Los políticos europeos callan lo que todo el mundo sabe: que los inmigrantes, refugiados y asilados que dan problemas son los musulmanes.
- No respetan la sociedad cristiana en la que se integran ni los valores por los que se erigen.
- Exigen todo y encima protestan.
Para ir hablando claro, que le dicen. Los países más abiertos y solidarios de Europa, oh sí. Como
Suecia o Alemania, empiezan a expulsar emigrantes.
¿
Cuál es el problema? Pues que los políticos no se atreven a luchar contra lo políticamente correcto, no se atreven a decir que los refugiados no representan ningún problema… mientras no sean musulmanes.
Hablábamos en nuestra anterior edición sobre las broncas que montan los musulmanes acogidos en
Alemania con los servicios médicos. Al parecer, a los musulmanes, de cualquier raza,
no sólo hay que acogerlos y ayudarlos sino encima aguantar su ingratitud y sus broncas y, si te descuidas,
vivir en tu tierra como ellos viven y como ellos te obliguen a vivir.
Pero podemos seguir callando y
acabaremos como los suecos: expulsando musulmanes sin decir que lo hacen por ser musulmanes, y sólo cuando la población estalla ante la ingratitud del que estás ayudando.
A pesar de ello, mejor, de ellos, de los islámicos, ¿
lo cristiano es mantener las puertas abiertas? Sí, lo es, pero no caer en la estupidez.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com