- El Congreso decreta que las mascotas no son propiedad de nadie.
- Pero lo irracional tiene que ser propiedad de lo racional.
- Las dos únicas leyes aprobadas por unanimidad parlamentaria: violencia de género y esta nueva norma animalista.
- En esto debe consistir el humanismo cristiano, recuperado como ideología del PP.
- ¿Y para cuándo la regulación de la violencia de género animal? Hay mucho varón adulto que esclaviza a sus mascotas.
Por unanimidad, en medio de un gran aplauso. Que yo recuerde las dos grandes medidas aprobadas en el Congreso español por unanimidad de todos los grupos ha sido la
ley contra la violencia de género, y esta norma animalista,
por la que las mascotas dejan de ser cosas y por tanto, propiedad de nadie. Es decir, que ya sabemos que es lo políticamente correcto y ya sabemos lo que sospechábamos: que sus Señorías son mitad idiotas
mitad cobardes.
No sé yo cómo se las van a arreglar
las tiendas que venden cachorros pero, en cualquier caso, estamos ante un
dilema grave: las mascotas no son cosas, de acuerdo, pero tampoco son personas. Al menos,
esto todavía no lo han aprobado sus Señorías. Entonces, ¿qué son? Son animales irracionales, claro está, pero resulta que lo irracional tiene que ser propiedad de lo racional,
no puede ser otra cosa. Salvo que la criatura racional se convierta en propiedad de los irracionales,
cosa que aún no se le ha ocurrido a
Ada Colau o a
Mónica Oltra pero estamos en ello.
Los perritos no son cosas pero tampoco personas. ¿Y los diputados? ¿Qué son?
Infiero que
el humanismo cristiano, recuperado como ideología del PP, debe consistir en esto.
A partir de ahora, cuando vayas por la calle,
ten cuidado de no pisar un perro: podrías estar cometiendo un delito. Hablo de pisar al perro, no sus excrementos.
Por cierto, ¿
para cuándo la regulación de la violencia de género… animal? Hay varones que esclavizan al chucho con una crueldad inusitada. Las mujeres no, por supuesto.
Y luego está la distinción entre chuchos-hembra y chuchos-macho. Digámoslo de una vez: éstos últimos suelen tender a la
violencia machista.
Por cierto, quien con más ardor ha defendido esta norma tan progresista ha sido
Ciudadanos. ¡Qué extraño!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com