Posiblemente mañana mismo, 1 de junio, la ley de Amnistía ya estará en el BOE. Ahora veremos si el Tribunal Supremo trabaja rápido y logra paralizarla, aunque lo lógico es que se paralice en el Tribunal de Justicia de la Unión Europa (TJUE), con sede en Luxemburgo. 

¿Que ahora no hay violencia en las calles de Barcelona? Tampoco la hubiera habido sin ley de Amnistía incluso con otro 155. A los incendiarios del procés no se les han acabado las ganas, lo que se les ha acabado son las fuerzas

España es cada día más difícil de gobernar porque es como un cuerpo descoyuntado por dos caballos: por una parte, Europa, fuerza centrífuga; por la otra, la fuerza centrípeta de las exigencias nacionalistas internas, sobre todo la catalana.

Ahora bien, dejemos de preguntarnos si la Ley de Amnistía, aprobada el 30 de mayo en el Congreso, es justa. Esa cuestión es la más importante, ciertamente, pero la respuesta parece clara según todos los criterios: constitucional, igualdad ante la ley, promoción de la impunidad, etc. Ahora hay que preguntarse si la ley es útil, y mucho me temo que no lo será, en absoluto. Si al menos resultara útil...     

La prueba la tienen en que los beneficiados, ERC y Junts, han reaccionado según lo previsto: esto es una victoria sobre España y cuanto más daño haga a lo españoles, mejor. Así que parece claro que Pedro Sánchez no ha solucionado el 'problema catalán': lo ha enquistado. 

¿Que ahora no hay violencia en las calles de Barcelona? Tampoco la hubiera habido sin ley de Amnistía incluso con otro 155. A los incendiarios del procés no se les han acabado las ganas, lo que se le ha acabado son las fuerzas. Lo único que permanece es el sentimiento de rabia y, en algunos casos, incluso éste ha cedido al agotamiento.

Lo que une a toda España, también a Cataluña, es la fe cristiana. El problema es que toda España se ha descristianizado y que los catalanes han cambiado a Cristo por el procés. Y claro, la independencia no puede llenar una vida

El problema de fondo es otro: lo que une a toda España, también a Cataluña, es la fe cristiana. No sólo constituye el factor de unidad sino también el forjador de Cataluña y del conjunto de España. El problema real es que toda España se ha descristianizado y, en el caso de Cataluña... los catalanes han cambiado a Cristo por el procés. Y claro, la independencia no puede llenar una vida. A veces pienso que sólo puede llenar unos días.

A partir de ahí todo son justificaciones. Como esa a la que, en soberbia ironía, aludía la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, durante la sesión de aprobación de la Ley de Amnistía, para defender la actitud de los separatistas: la razón, ese ente cuyas ensoñaciones continúan produciendo monstruos. 

 

Con la conversión a Cristo de Cataluña y de España, si terminaría el 'Procés' y renacería el sentido de las proporciones, también conocido como sentido común

Créanme, la Ley de Amnistía es injusta pero sobre todo, no servirá para nada. La tarea, tanto para Cataluña como para el resto de la nación, es la conversión a Cristo, y entonces se acabará el procés y renacerá el sentido de las proporciones, también conocido como sentido común.