- Hablo de la globalización asimétrica en la que estamos engolfados.
- El G-7 ha corrido en defensa de David Cameron, en defensa del financismo dominante.
- Hollande y Merkel hablan del peligro nacionalista. Pero aún más peligrosa resulta una Europa, madre del Occidente, controlada por los presupuestos del Nuevo Orden Mundial (NOM).
- Y hasta de la nueva Era.
Ningún acuerdo de enjundia en la Cumbre del G-7, salvo el mensaje de que Reino Unido no debe abandonar la Unión Europea. En efecto, será difícil forjar los Estados Unidos de Europa sin Londres, pero no imposible. Además, los países no se hacen a la fuerza ni por intereses económicos.
Patriota es aquel que está dispuesto a dar la vida por una colectividad, no aquel que busca la supresión de barreras comerciales. Algo por lo que nadie está dispuesto a dar, no ya la vida, sino la falange del dedo meñique. Y si no hay patriotas, no hay patria, ni nación, ni ciudadanías. Traducido:
si la gente no se siente europea no habrá Europa.
Los siete, ocho, hombres presuntamente más poderosos del mundo hablan de que el
Brexit podría detener la globalización. En primer lugar, la mundialización no es otra cosa que el imperio y abuso de los grandes sobre lo pequeño. Y a mí no me gusta lo grande.
En segundo lugar,
el tipo de globalización que se nos ha impuesto no es otro que el del financismo, una de las claves del
Nuevo Orden Mundial (NOM). A estos efectos se puede resumir así: libertad de movimientos de capitales por todo el mundo, incluso de libertad, bastante amplia, de movimiento de productos y cerrazón al movimiento de trabajadores, es decir, de personas. Una globalización que, además de egoísta, es imposible, por forzada:
mera uniformidad impuesta.
El G-7 defiende a Reino Unido para salvar su economía financista dado que la única patria en la que creen es en
los mercados financieros, mercados que constituyen uno de los grandes instrumentos de poder del
Nuevo Orden Mundial (NOM), capaz de doblegar la voluntad de millones de ciudadanos y de países enteros.
Son los presupuestos del Nuevo Orden Mundial, cristófobo, quienes controlan el financismo mundial. Y hasta la
Nueva Era, que es la filosofía panteísta y un poco lela en la que se enraiza ese orden mundial y ese financismo. Si el nacionalismo destroza Europa (como aseguran Merkel y Hollande) para replantear la Unión Europea desde otras bases y para detener una globalización de asimetría, egoísta, donde lo grande asfixia a lo pequeño, entonces ¡qué viva el 'Brexit'!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com