- Si estás contra el aborto eres un ultra.
- Si estás contra el gaymonio eres un ultra.
- Si promueves la vuelta al patrón oro eres un ultra.
- Demasiado, ¿no?
Mi buen amigo,
Juan Manuel Hernández Puértolas es todo un experto en elecciones norteamericanas. Sabe mucho más que yo sobre este negociado… y sobre otros muchos. Ahora bien, no me ha gustado mucho
uno de sus últimos artículos en La Vanguardia.
Puértolas se ha empeñado en una campaña contra
Donald Trump y contra Ted Cruz (
en la imagen). Es decir, los dos candidatos republicanos. La verdad que
Hillary Clinton está feliz de que Trump gane las primarias republicanas. Ella, la más abortera del planeta, la de la ideología de género, la ultrafeminista y ultramillonaria, a fuer de sincera, Hillary sabe que en las presidenciales serán menos, muchos menos, los que voten a Trump.
Pero la crítica de
Juan María a Ted Cruz me parece más injusta. Puértolas considera que Cruz es un fanático, al menos por tres razones: es abortista, está contra el gaymonio y promueve la vuelta al patrón oro.
Pues mira, Juan María, yo soy provida y estoy contra el gaymonio: no soy ningún ultra. Asegura que se trata de
dos medidas legales las que defiende Hillary. Sí, Juan María, como
legales eran las elecciones con las que Hitler llegó al poder en Berlín o los
fundamentalistas islámicos al control de Argelia. Al final, lo que estás haciendo, querido amigo, es caer en el feo vicio de "si no eres políticamente correcto eres un ultra". Que es lo mismo que decir: "si no piensas como yo eres un ultras".
Eso es algo muy feo, Juan María.
Y luego queda lo del patrón oro, como presunto arquetipo de fachosidad y carcundia de don Ted. Pero hombre, Juan María,
si se trata de la aportación más original e inteligente del candidato Cruz. La causa de la crisis económica actual es el exceso de liquidez. ¿Pedir el regreso al patrón oro es un síntoma de extremismo? Entonces yo soy un extremista sin remedio.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com