- La lusa está abocada a un segundo rescate y eso pesa sobre la presencia española.
- Es una razón real, pero el peligro sobre todo es especulativo: desdibujar esa exposición.
- El BCP, último episodio de una situación crítica: tras la ampliación se despeña en bolsa.
- Debe devolver las ayudas públicas pero ¿qué pasará con Caixa Geral y Novo Banco?
- El Sabadell escapó del BCP, pero el Santander es el único que gana dinero en Portugal.
El
Banco Comercial Portugués (BCP) da la última prueba de la complicada situación que atraviesa la
banca lusa, lo cual plantea un riesgo de contagio, no fundado, sobre la banca española, presente en ese país, que a algún
lumbreras le diera por sobredimensionar esa exposición y trasladarla a las cotizaciones.
El BCP, empezando por el principio, ha necesitado una ampliación de capital de 1.333 millones de euros -operación anunciada ayer martes, 10-, entre otras cosas para devolver al Estado 700 millones emitidos en
bonos contingentes convertibles (CoCos).
El BCP ha ido retrasando la decisión sobre las
ayudas públicas recibidas desde hace un año, al tiempo que aumentaba la presión del
Banco de Portugal. La ampliación se ha formulado, además, con un descuento del 38,6%, lo que ha provocado el derrape del valor en bolsa (en torno al 15% de caída entre ayer y este miércoles).
No es el único banco con problemas. Más bien, un episodio más de un sector abocado a un
segundo rescate. El frente as amplio, aunque las principales lagunas están
Caixa Geral y en
Novo Banco, que no hay modo de colocar a un tercero, uno porque necesita mucho capital para que lo cubra sólo el Estado y el otro por lo poco que ofrece Lone Star:
750 millones cuando su rescate costó 4.900 millones.
Pero, como señalaba previamente, el
riesgo de contagio a la banca española no está fundado. En efecto, está presente en ese país, lo que apela a razones reales, pero los motivos serían más de corte virtual.
Es lo que ocurre cuando un analista no separa las partes del todo, viendo sólo una región -en este caso Iberia- cuando en realidad son dos -España y Portugal-, y se aventura a especular, más sobre lo que puede pasar que por lo que está pasando.
Dicho lo cual, conviene recordar que el
BCP es la misma entidad de la que escapó el
Sabadell, tras
vender el 4%, aunque no es el único banco español presente en el país. También están
BBVA y
Popular, a los que les encantaría marcharse pero no encuentran comprador.
Santander vive, más que malvive, gracias al
Totta, con una estructura de costes muy ajustada, pero
es el único que gana dinero en Portugal.
Caixabank sigue en
BPI, convencido de que algo hará como primer accionista (45%) y también mandando (después de la OPA en curso). Y
Bankinter invirtió 86 millones en comprar una parte de Barclays y comienza a rentabilizarlo.
Hay otro problema en medio de los problemas: que el primer ministro, el socialista
António Costa, atrapado entre las exigencias de la UE y los partidos de izquierda que lo sostienen los
comunistas (los antideuda
del Bloco de Esquerda).
Rafael Esparza