- Quiero que el futuro Cónclave que elija a mi sucesor sea católico.
- Y lo repitió, para que quedara claro: católico.
- El Papa les estaba dando una exclusiva sobre el fin de ciclo en el que vivimos.
- Y con alusión añadida a su posible dimisión… y su posible martirio.
-¿Cómo le gustaría que fuera el Cónclave católico que elija a su sucesor?
-
Que sea católico.
Y luego insiste:
-Si Dios me lleva antes lo veré desde el otro lado,
espero que no desde el infierno. Pero que sea un
cónclave católico.
¿Era necesaria la repetición? Y además, ¿lo suyo no es que los cónclaves para elegir Papa sean católicos? ¿Y por qué la precisión del lugar desde donde vería el Cónclave? Por lo general, salvo con
Benedicto XVI, los cónclaves se suelen contemplar "desde el otro lado", dado que
no se elige Papa hasta que se muere el anterior.
Hablo de
la entrevista con el Papa Francisco que El País publicó el domingo 22. Y mucho me temo que los
dos entrevistadores no entendieron a su entrevistado y el resultado es una curiosa conversación en paralelo: los sesudos entrevistadores, me temo, no entendieron nada,
ha sido un brillante y revelador diálogo de besugos. Bueno, diálogo entre unos besugotes y un Papa que no pretendía burlarse de
El País: simplemente sus interlocutores, presos de sus prejuicios, no podían entenderle.
Porque
el Papa dijo muchas cosas, sobre la teología de la liberación sobre las mujeres, sobre los refugiados, pero
Antonio Caño y Pablo Ordaz se quedaron en las fruslerías de los indeseados "salvadores en tiempo de crisis".
Pero, sobre todo, al hablar de un cónclave futuro que deseaba católico, el Papa les estaba hablando de lo que más teme,
lo que más teme todo cristiano sensato a día de hoy:
un cónclave que dé lugar al gran Cisma, y con él a la
Falsa iglesia, y que sitúe en la cúpula del
Cuerpo Místico a un Papa "no católico" en lugar de lugar a un Papa no deseable. ¿Por qué si no iba a hablar, y reiterar, Francisco lo de
cónclave católico?
Por lo demás,
la entrevista merece la pena Todos los prejuicios sobre la Curia -la puñetera Curia-, sobre la clase media de la santidad, sobre la mujer, resultan muy interesantes, pero
nada tan decisivo como esas palabras sobre el futuro cónclave "católico"… que los entrevistadores no entendieron: les estaba regalando oro y ellos pensaron que se trataba de bisutería.
Tampoco entendieron la feroz, aunque muy elegante, que para eso es
Papa porteño, a las
ONG, al espíritu de filantropía, que es adonde llega la
ética progre, por ejemplo, la de
El País. Tampoco entendieron sus constantes alusiones a la santidad, un tema poco recurrente en las páginas de El País incluso de su corresponsal en el Vaticano, y autor de la entrevista,
Pablo Ordaz. Y es que no se hecho la miel para quien no sabe saborearla.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com