- Este es mi Mariano: cuanto más cerca del peligro, más lejos del daño.
- Y cuanto más divididos estén mis segundos, mejor que mejor.
Mariano Rajoy ha colocado a
Manuel Cobo al frente de la así llamada
Oficina del Cargo Popular. Una especie de auditoría interna contra la corrupción, aunque más bien se trata de chivarse a la autoridad sobre cualquier comportamiento que pueda ser susceptible de denuncia.
Pero el que fuera número de dos de
Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid es también el pepero más próximo a
Cristina Cifuentes, la delatora que ha puesto en el disparadero a todo el
PP de Madrid. Es uno de los pocos que soportan a la hoy presidenta del partido en Madrid y sin duda el que más la ha ensalzado.
Y esa es la gracia. Rajoy está hasta el gorro de
Cifuentes pero ahora sabe que es intocable, por tanto, no hace más que reforzarla. Por dos razones:
Primera, porque el gallego es uno de los convencidos de que cuanto más cerca del peligro, más lejos del daño.
A Cifuentes y Cobo les quiere aplaudidos por sí mismos y que se note, cerca de él.
Son demasiado peligrosos como para marginarlos.
En segundo lugar, porque le encanta que sus segundos se peguen entre sí.
Así les tiene entretenidos. Soraya contra Cospedal, Cifuentes contra Soraya, etc., etc. Así nunca le molestan a él. Mientras, se vapulean en el segundo escalón y nadie se acuerda de aspirar al primero,
ni de pedirle cuentas a Rajoy.
¡Pero qué grandes eres, Mariano!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com