- Verdad y caridad, el debate chorra.
- No existe contradicción entre verdad y caridad.
- Es más, son dos elementos complementarios.
- Lo que ocurre es que solemos confundir la humildad con la mentira y ser humilde con ser humildico.
- Con esto de la misericordia, tan necesaria, a lo mejor nos estamos liando.
Existen
debates teológicos chorras. Interesantes para el que tenga tiempo que perder pero nada más. Recordemos que
la Biblia no se escribió para debatir sino para ejecutar.
Vosotros me llamáis
maestro y señor y decís bien porque lo soy. Hasta ahí la verdad. Ahora empieza la caridad y la humildad (que complementan, no contradicen. La verdad de que Jesús de Nazaret era, y es, realmente, el Señor y el Maestro):
"
Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis".
De cierto, de cierto os digo: el siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió".
La verdad y caridad nunca son incompatibles. Jamás.
Alessandro Manzoni decía que a veces el mejor servicio no consiste en servir sino en dejarse servir. Algo que tampoco deberíamos olvidar.
Lo que ocurre es que solemos confundir la humildad con la mentira y ser humilde con ser humildico.
Con esto de la misericordia, tan necesaria,
a lo mejor nos estamos liando.
Porque el Evangelio se hizo para vivir, que es como se disfruta, no para charlar. Mejor hacer. Y disfrutar haciendo, que debatir.
Aunque el diálogo político es de lo más necesario… 'of course'.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com