• Un anciano arrancaba carteles de SAIN mientras blasfemaba a voz en grito.
  • ¿Que no sirve de nada votar en conciencia? Sí serviría si todos votáramos en conciencia.
  • Si todos votáramos en conciencia entonces SAIN dejaría de ser un voto inútil.
  • Obtendría tantos diputados como Podemos, a quien hace dos años nadie conocía.
  • ¿Terceras elecciones? ¿Y qué? Si en algo coinciden los cuatro grandes partidos es en su cristofobia.
Hecho acecido el pasado jueves. El Partido SAIN había colocado unos carteles de propaganda electoral en una marquesina madrileña. De repente, un anciano, probablemente medio pirado, comienza a arrancar los carteles al grito de "estos no, estos no", mientras blasfema reiteradamente y a grandes voces. El testigo que me lo cuenta piensa que a lo mejor confundió a SAIN con Podemos, pero, entonces, también se vuelve falso el tópico de que la derecha es la respetuosa con el cristianismo (eso sería antes). O a lo mejor sí sabía lo que estaba haciendo y por eso blasfemaba. Pues bien, comunico a mis lectores que el próximo domingo votaré a Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIN), un partido de izquierda, más rojo que el fuego, de inspiración cristiana. Defiende la vida desde la concepción a la muerte natural y no le gustan los mercados financieros. Le votaré porque defiende los valores cristianos desde una postura claramente de izquierda. Discrepo de algunos de sus planteamientos económicos (soy más liberal en ese sentido) pero no en sus planteamientos comovisionales, que son los que importan. Yo no voto economía… quizás porque me dedico al periodismo económico. Se presenta en 10 provincias y espero tenga un gran éxito. ¿Un voto inútil? No, un voto en conciencia y en coherencia con mi fe cristiana. Y si todos votáramos en conciencia entonces SAIN dejaría de ser un voto inútil porque obtendría muchos diputados, como ha obtenido los jeta-cursi de Podemos a los que nadie conocía dos años atrás. No es un voto inútil o lo hacen inútil aquellos amigos del mal menor. Los del mal menor son aquellos que votan a cualquiera de los cuatro partidos mayores (sí a los cuatro), porque no votan en conciencia, votan para ganar. No ya por su hipocresía sino porque en los cuatro reina el pensamiento único, que es la cristofobia. Es decir, que quien vote a uno de los cuatro grandes está votando pensamiento único, porque todos piensan lo mismo, con matices. Estamos eligiendo entre iguales. Para entendernos: el mal menor no es lo mismo que el bien posible. Y en cualquier caso, el mal menor sólo puede aceptarse como algo transitorio y vergonzante. En plata: para salir de él cuanto antes. ¿Que votando a SAIN no voy a cambiar las cosas? Y usted, católico, votando a PP, PSOE, C's o Podemos, vota su perdición y, en concreto, votando al PP eterniza los males. Esto es, hace aquello que hay que evitar, el signo de nuestros tiempos: a alguno nunca les llega el momento, el momento de la coherencia, o sea, de la conciencia. Eulogio López eulogio@hispanidad.com