¿Es el momento de soñar -emulando al presidente norteamericano Trump- la adhesión de Canadá en la Unión Europea, de crear un nuevo Estado soberano llamado Europa, proponer el nacimiento de Iberia y la devolución de Puerto Rico a la corona española?
“Ahora que vamos despacio, vamos a contar un sueño tralará….”
Los grandes nexos comerciales de Canadá con la UE y las amenazas de “Anschluss” (anexión) del país vecino, EEUU por parte de la nueva Administración norteamericana, podrían ser argumentos suficientes para que se adhiera a la Unión Europea. Seguramente los europeos tenemos más en común con Canadá que con la Turquía islámica de Erdogan, que sigue llorando la adhesión a la UE.
De hecho Canadá y Dinamarca y por tanto la UE ya comparten algo común, como es la frontera y custodia de la Isla Hans, tras el fin de la denominada “guerra del whisky” en 2022 con casi 50 años de disputa diplomática y fronteriza, por un pequeñísimo territorio en forma de islote en el estrecho con el mar de Lincoln. Técnicamente dicen algunos que por la Isla de Hans los canado-daneses podrían formar parte de la UE.
Sigamos contando sueños que se vuelven realidad como ambicionan los millones de migrantes llegados a Norteamérica en busca del “sueño americano”. Durante la pasada campaña electoral en los Estados Unidos surgieron voces en Puerto Rico a favor de pasar a convertirse en una nueva comunidad autónoma española y dejar de ser Estado Asociado de los EEUU (colonia) sin derecho a voto en las presidenciales.
Si Trump reivindica Canadá, el canal de Panamá, Groenlandia, las tierras raras de Ucrania y la franja de Gaza para reconvertirla en un resort turístico en Oriente Medio mientras manda a los palestinos a Egipto y Jordania, los puertorriqueños podrían aspirar a volver libremente a la Corona española y dejar de ser colonia norteamericana.
Los puertorriqueños podrían aspirar a volver libremente a la Corona española y dejar de ser colonia norteamericana
Los defensores nativos de esta reunificación con España argumentan que "Puerto Rico fue secuestrado por los Estados Unidos, se ha mantenido sometida 126 años y ha perdido la autonomía que tenía con la Carta autonómica española de 1897. Ha perdido todo el progreso que había conseguido como parte de España, siendo una provincia de ultramar".
Disputa o no, a lo mejor hay margen para someter a referéndum una decisión como ésta en Puerto Rico, sin menoscabo de que el Reino de España y Argentina sigan reivindicando con contundencia a la corona británica la devolución de Gibraltar y las Malvinas que padecen un anacronismo histórico en pleno siglo XXI.
Por la misma razón, ahora que avanzamos lentamente con los sueños, “las liebres corren por el mar y por el monte las sardinas…”, podríamos plantearnos seriamente la posibilidad de buscar sinergias en la UE, abaratar gastos y adelgazar estructuras. Nos estamos refiriendo a la propuesta de unir España con Portugal dando lugar a un nuevo país llamado Iberia en la península ibérica.
La vieja idea del premio nobel portugués de literatura José Saramago y de los iberistas, permitiría que Iberia compartiera una capital política en Lisboa y otra administrativa en Madrid o Barcelona o viceversa. En su momento surgieron iniciativas ciudadanas en ambos países ibéricos a favor de esa fusión amistosa, nada de OPA hostil, avalada por el hecho aparente de casi más de la mitad de los portugueses podrían estar a favor de construir un nuevo futuro conjunto peninsular según ciertos sondeos de opinión llevados a cabo tiempo atrás.
Algunos cálculos rápidos a favor de Iberia argumentan que podría tener un mayor peso político y económico en la UE, la OTAN, la ONU y otros organismos internacionales, debido al alza del PIB y a ser aspirante a convertirse en socio del G-9. A su vez, Iberia se volveria una potencia atlántica, contaría con mayor voz en los foros internacionales y nadie mejor que éste podría representar los intereses del conjunto de una comunidad hispano-portuguesa parlante en todo el mundo formada por más de 700 millones de personas, incluida la comunidad de más de 60 millones largos de hispanos en los EE.UU.
Si España y Portugal han de velar por su seguridad europea en la OTAN y aumentar su contribución al 5% del PIB del presupuesto de defensa, Iberia podría ahorrarse un buen pellizco económico para dedicar a otros capítulos estratégicos, sociales, educativos, etc que falta nos hace.
Y para “los ciruelos cargaditos de manzanas…" no hay nada mejor que la propuesta de Mario Draghi, ex jefe de gobierno italiano y ex presidente del Banco Central Europeo (BCE), de reformar la UE, desburocratizarla, adelgazarla y convertir Europa en un estado soberano propio con una sola voz de verdad en el mundo. La actual Unión Europea de los 27 estados miembros mientras esperan otros tantos su adhesión más la enorme burocracia política de las estructuras comunitarias, nos ha demostrado suficientemente que es inoperativa para actuar como somos, un potente continente de más de 300 millones de europeos, cuna de la civilización.
El nuevo país llamado Europa suplantaría de una vez por todas al actual gallinero en lo que se ha convertido las instituciones europeas (Consejo, Europarlamento, Comisión Europea, Europa de las Regiones, ECOFIN, presidencias rotatorias, etc.), decidiría por todos los estados miembros actuales de la UE con plena soberanía y sin tener atadas sus manos como ocurre a día de hoy, que depende de un falso consenso que nunca llega por los intereses individuales de cada estado miembro así como por las divisiones internas de los partidos gobernantes en coalición o por separado.
La UE no ha hecho más que acrecentar en vez de reducir al máximo nuestras debilidades económicas, industriales, financieras, tecnológicas, diplomáticas y defensivas frente a otros bloques y potencias en el mundo
La UE no ha hecho más que acrecentar en vez de reducir al máximo nuestras debilidades económicas, industriales, financieras, tecnológicas, diplomáticas y defensivas frente a otros bloques y potencias en el mundo como son EEUU y China, así como a la espera que despierte la India. En la UE no es exagerado afirmar que estamos ya en fase de descuento de nuestra obsolescencia programada.
¿Alguien cree que el nuevo país Europa, despojado de todo el aparato burocrático y político de las instituciones comunitarias, gobernada por un gobierno votado por los europeos de forma directa, multilingüe, no podría hacer frente a la actual guerra comercial con China, EEUU, la migración irregular, recuperar peso político, industrial y estratégico, así como hacer frente con una sola voz a los desafíos globales del futuro, todo ello por mucho menos dinero?
La única persona que parece haber visualizado el futuro del viejo continente en su dimensión global es Draghi y resulta que no forma parte del nuevo directorio comunitario de Ursula Von der Leyen. Es hora de dejar atrás las timideces pues parece que algunos en las instituciones y en el Consejo Europeo no están a la altura.
Esto vale también para evaluar los complejos de inferioridad del actual jefe de la diplomacia española más preocupado por contentar a su amo que a defender los intereses de España en el mundo a raíz de las últimas destituciones arbitrarias en el Cuerpo Diplomático por cuestiones políticas. Esto pasa mientras disparamos el número de conflictos diplomáticos con otros países en tan pocos años. Toda una hazaña para el jefe de la diplomacia de la ratita presumida disfrazada de la supuesta “locomotora de Europa” que tira a base de carbón.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en Washington nos demuestra que, como no soñemos de verdad con los pies en el suelo, llevando a cabo una reconversión profunda de la UE, estaremos condenados a quedar rezagados para siempre en forma de Museo de Antropología con horario de visitas y con el aliento cercano, en el cogote, de los BRICS.
@IgnacioSLeon