El sábado 10 se celebró el Comité Federal del PSOE, máximo órgano entre congresos. Si algo caracteriza al Sanchismo es que no tiene abuela. Así que se dedica, mayormente, a la autoalabanza, que para socialistas en estado de necesidad electoral, seguro que no apesta o apesta poco. Sánchez, además, puede perder el control del PSOE y entonces es cuando surgen los nervios… y las malas formas. Porque claro, justo en periodo electoral es cuando no se puede perder el control del Partido.

Ahora bien, lo bueno de la sesión electoral llegó cuando, imitando a los podemitas -esa misma mañana Yolandísima, montada en su sonrisa eléctrica, aseguraba que los suyos se habían de”dejado la piel”-, aseguró que el Gobierno se estaba dejando la piel… “literalmente”. ¿Literalmente Pedro? Yo te veía con tu piel, toda entera,, enriquecida además, con  botox y ácido hialurónico.  

Pero, entendámonos: Sánchez es como aquel castellano viejo: Dios aleje de nosotros el funesto habito de pensar. La verdad es que piensa poco, razona mal, pero, ojo, habla muy bien. Es un 10 en retórica, un 5 en dialéctica y un 0 en sinceridad, porque le pierde su egolatría.  

Ejemplo, el paro: es un éxito y la economía va como una moto, pero somos el país con más paro de Europa y nos alejamos de la renta percapita europea a marchas forzadas y la gente ha vuelto a comprar a granel.

Sánchez es un mentiroso obsesivo y compulsivo. Por ejemplo, habla, y exige unidad, ante una Comité Federal al que no han acudido ni Page, ni Barbón, ni Lambán y cuando acaba de imponer a todo el partido, a todos los PSOE regionales, sus propios candidatos. Ya saben: no sé porqué no me hablan si tan solo les ha abofeteado.

Hay que repetir que Sánchez de un ególatra y un sociópata, todo a un tiempo, porque si no es a través de ese matiz, me temo que nunca entenderemos al personaje. La economía va como una moto pero la gente no encuentra un techo para vivir, ni en alquiler ni en propiedad… y al presidente del Gobierno le importa una higa. Lógico: recuerden que, al final, en medio de un monumental cabreo, el Comité Federal aprobó las listas por unanimidad. Así que, ¿qué más da?

Y eso que se está dejando la piel… literalmente.