Sr. Director:

Hay corrupción urbanística y corrupción en el futbol. Los partidos se corrompen y también las empresas. Se corrompen para obtener lo que desean: votos, o dinero. Causas: poca transparencia y poco control.

Si los cristales de las oficinas no fueran opacos, si todo estuviera a la vista, habría menos corrupción. También habría menos corrupción si los que han de controlar no miraran hacia otra parte.

Cuando hablamos de la corrupción de los menores, cuando hablamos de esos menores que se corrompen, de esos menores que optan por la agresión sexual, no basta con decir que falla la transparencia y el control. No basta con decir eso.

La existencia de los móviles hace que los padres no puedan saber lo que sus hijos ven. Hoy los menores ven mucha más pornografía que antes. La mujer que estos ven en los videos pornográficos es una mujer sumisa y humillada. Además hay padres que controlan poco. (..). ¡No basta con señalar la opacidad y el descontrol!.

También hay que decir esto: “El menor construye diferente egos, imitándonos. Y nosotros participamos en esa construcción, reforzando unas conductas y castigando otras”. El ego violento no debemos reforzarlo nunca.