Sr. Director: En la festividad de Nuestra Señora de la Almudena, el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, subrayaba la gran fuerza transformadora que implica ver toda la realidad con los ojos de Dios. Eso nos regala una manera nueva de ser y de vivir. Nos permite ver a los otros siempre como hermanos, sean quienes sean; y aunar fuerzas para construir juntos, no haciendo divisiones ni buscando el poder. Hacer un mundo distinto no es un sueño irrealizable, es posible. Explicaba también que es imposible experimentar y entregar la Belleza si convertimos nuestra vida en una plaza en la que nos juntamos por grupos y nos encerramos en el edificio de nuestra ideología por muy bonito que sea. La Belleza llega cuando hay corazones abiertos, mentes abiertas que ven desde las atalayas más altas. Si pensamos diferente, ¿por qué no nos vamos a hablar?, ¿por qué no darnos la mano para hacer el bien? Me pregunto. Lluis Esquena Romaguera