Sr. Director:
Lo que choca, en lo decretado por el Gobierno para el plan de ahorro energético, es que el Gobierno de Sánchez haya dispuesto por decreto una serie de medidas sin haberlas consensuado con la oposición y las 17 Comunidades autónomas, en la medida que invaden algunas de sus competencias, como es el comercio. Peor aún es que el plan de obligado complimiento dispuesto por el Gobierno no deja de ser un precipitado e incluso frívolo parche ante la gran crisis energética que se avecina y que exige algo más que el apagón de las calles y escaparates comerciales o la regulación de las temperaturas en los edificios públicos.
Como primera medida, es el propio Gobierno el que debiera dar ejemplo de ahorro y austeridad en sus gastos antes de pedir solidaridad a los ciudadanos. Pero lo que más se echa de menos es una revisión a fondo de toda la política energética en la que tenga su cabida la construcción de nuevas centrales nucleares, en lugar de disponer una suicida medida ideológica para acabar con las que existen.