Sr. Director:

En un reciente documento, los obispos españoles advertían seriamente del riesgo de hacer resurgir artificialmente las "dos Españas" y señalaban leyes tan discriminatorias como las de educación, eutanasia o la memoria democrática, aprobadas sin un previo debate. El propio cardenal Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, en su intervención durante la asamblea plenaria celebrada el pasado mes de abril, denunciaba el creciente problema de la desigualdad social e insistía en que no es tiempo de soluciones fáciles a problemas graves sino de hacer una verdadera política que sume a todas las partes y fortalezca la credibilidad de las instituciones.

Hace unos días, el secretario de la Conferencia, mosneñor Argüello, ha vuelto a denunciar que las nuevas leyes aprobadas o en trámite, lejos de ir contra el odio como pretende el Gobierno, al menos así lo da a entender, lo que muestran en realidad es odio a quienes expresan ideas contrarias a las que se imponen con el apoyo de quienes quieren acabar con la unidad de España.