Sr. Director:

Recuerdo que hace unos días los obispos de las diócesis de Castilla y León urgían también a los políticos a abordar la cuestión de aborto provocado “mediante un amplio diálogo social, sosegado y racional, partiendo de la realidad, más allá de posicionamientos ideológicos o partidistas, y con la ayuda de los conocimientos proporcionados por la ciencia y la antropología”. Recuerdan los prelados que la muerte provocada del ser humano mediante la práctica del aborto “no puede ser considerada como un derecho, pues niega de raíz la vida, fundamento de la dignidad humana que sostiene todos los demás derechos”.