Sr. Director:
Acabamos de celebrar la fiesta del Corpus Christi y tras la participación en la procesión, este año sí, con el Santísimo me ha llegado la siguiente consideración que me parece puede tener algún interés para quien la lea. La Eucaristía es el Pan de Vida que tiene un doble efecto: la unión con Cristo y la comunión entre los que se alimentan de Él, de tal manera que enciende nuestro deseo de servir al prójimo. No se puede participar en la Eucaristía sin comprometerse a una sincera fraternidad mutua. Es tarea que tiene que seguir apremiándonos, porque es urgente hacerse cargo de los que tienen hambre de comida y de dignidad, y de aquellos a los que esta situación de crisis les ha golpeado de manera particularmente dura, les ha dejado sin trabajo y luchando cada día por salir adelante.