Sr. Director:
El líder de los católicos birmanos, el cardenal Charles Bo elogiaba la increíble valentía, compromiso y creatividad del pueblo al tiempo que lamentaba que el país esté de nuevo inmerso en la pesadilla de la brutalidad, la violencia y la dictadura. Durante esos días los obispos han pedido especialmente a los jóvenes no sucumbir a la tentación de la violencia y mantener el tono pacífico de las protestas. En medio de la tremenda represión es comprensible que se despierten sentimientos de dolor, frustración, ansiedad e incluso ira, pero no hay que caer en la tentación de responder a la violencia con más violencia.
La mejor denuncia que se puede hacer de la gravísima situación en Myanmar pasa por la resistencia creativa y pacífica, como mensaje también para una comunidad internacional que no puede mirar hacia otro lado.