Sr. Director:

La decisión de Tribunal Constitucional de rechazar el recurso contra la Ley del aborto de Zapatero ha supuesto un salto cualitativo en nuestro ordenamiento jurídico, en la medida que consagra el aborto como un derecho de la mujer. En contra de lo que sostenía la jurisprudencia del mismo Tribunal Constitucional, el concebido y no nacido se queda sin la protección jurídica que le es debida. A partir de ahora hay seres humanos, personas, a los que el Estado no reconoce ni protege sus derechos, comenzando por el más básico, la vida.

Esta situación ha hecho que los obispos de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal hayan emitido una Nota clarificadora en la que afirman que la ley que acaba de avalar el Constitucional es una ley ideológica, acientífica y que crea importantes desigualdades en la sociedad. Una ley que instaura “un darwinismo social al servicio del neocapitalismo más salvaje, en vez de buscar el bien común y la defensa de los más débiles”.