Sr. Director:
Durante estos días pasados, con motivo del caso Cifuentes, se ha hablado mucho de la Universidad en España, de la calidad y excesivo número de sus centros, de la desproporcionada oferta de sus títulos, de su politización, de la endogamia de sus profesores, de las perniciosas relaciones entre docentes y políticos. Problemas que, en mayor o menor medida, están presentes en el sistema universitario pero que no definen a la universidad española, pública o privada.
No obstante considero importante tener en cuenta que las universidades deben responder a la sociedad a la que pretenden servir, no a los políticos que gobiernan en las comunidades autónomas.