Sr. Director:
Vivimos en Occidente, en sociedades fuertemente secularizadas y marcadas por la desvinculación. Un proceso que comienza a extenderse por parte de América Latina y que es hegemónico en España.
Una sociedad de este tipo quiere decir que un gran número de personas y de instituciones y organizaciones viven bajo los presupuestos de secularización y desvinculación.
Esta sociedad ha construido un marco de referencia cultural que ha expulsado y es impermeable a toda idea de Dios, que implique su naturaleza personal y una rendición de cuentas en la relación con Él.
Este marco de referencia rechaza, es beligerante, toda propuesta que refiera a Dios. Determina la oposición a la educación religiosa en la vida pública, la presencia de argumentos basados en Dios y la negativa a que se haga presente el relato de Dios para los hombres, trasmitido por la cultura Occidental, de raíces judeohelénica – romanas articuladas por el cristianismo.
Se produce la censura de Dios y con ella la censura y la manipulación cultural, que alcanza a todos los clásicos que son desposeídos de su naturaleza religiosa.
Juan García
La comunión en la mano no es más que la vanguardia contra la supresión de la Eucaristía
15/12/24 15:00