Sr. Director:
Me da igual la corrección política cuando están en juego la vida y la libertad de mis hijos.
Por supuesto que tenemos derecho a exigir a quienes acogemos entre nosotros que respeten nuestras leyes y creencias. Más aún si en sus países de origen les han enseñado a odiar o menospreciar los principios occidentales.
No seamos xenófobos, pero tampoco ingenuos.
A. V.
Las empresas familiares se rompen. Del Pino fue el pionero, los Botín y los Entrecanales, los próximos
13/12/24 16:58