No es verdad que todos los políticos sean iguales
Sr. Director:
De las primeras cosas que nos enseñan desde chiquititos, es que no se pega, no se dan patadas, no se muerde, no se escupe, no se hacen guarrerías, y en general, no se realizan gestos y acciones que puedan dañar a los demás. A la vez también se nos educa en cuidar nuestras expresiones y no insultar ni ofender al prójimo; y afinando excesivamente, incluso se nos llega a reprochar que manifestemos ideas u opiniones que pudieran considerarse como políticamente incorrectas. Ahora se ha armado gran revuelo porque un diputado de ERC, al tiempo que abandonaba el hemiciclo, parece que escupió a un miembro del Gobierno. Ante tan sucio gesto, mientras unos del propio Gobierno se hacen el tonto (¡que los votos son los votos!), otros lo consideran como la peor acción que se ha visto en el Congreso. Mas sin negar que escupir esté muy feo, tampoco deberíamos escandalizarnos demasiado, porque en absoluto es lo más grave y dañino que llevan haciendo algunos desde que ocuparon -con legítimo y democrático derecho- su escaño parlamentario. Esto solo ha sido una mera consecuencia de las ideas políticas que vienen escupiendo contra gran parte de españoles.