Sr. Director:

Juan Espadas, tras dejar la alcaldía de Sevilla para aspirar a la presidencia de la Junta de Andalucía, ensartaba en su discurso de despedida una ristra de tópicos adjetivos progresistas referidos a Sevilla «...para seguir trabajando por la Sevilla inclusiva, justa, empoderada, atractiva, plural, moderna y sostenible que hace más de 10 años soñamos juntos».

Adjetivos que recordaban demasiado el modo en que su esposa Carmen Ibanco consiguió un empleo en la famosa y extinta Faffe (Fundación Andaluza del Fondo de Formación para el Empleo), cuando casualmente Espadas era viceconsejero de Medio Ambiente.

Pues inclusiva fue (para su esposa) la inmediatísima concesión de su puesto de trabajo, antes incluso de que finalizara el plazo de presentación de solicitudes, y muy justita (y rozando el palo de la legalidad) toda su acelerada tramitación; empoderada quedó tras ello doña Carmen  como acreditó con su altiva comparecencia ante la comisión de investigación sobre la Faffe, y atractiva tuvo que resultarle a su esposo la astucia demostrada en su automática admisión laboral; plural fue el asombro que nos provocó conocer todo esto; moderna, la formación que doña Carmen declaró tener en el uso del «sistema operativo y el guorperfe»; y muy sostenible, el enchufismo que padecemos de unos y otros para que este episodio no merezca la reprobación del PP.