Sr. Director: Los mercados castigan a Cataluña, y es que no es para menos. El desvarío separatista es un catalizador de negatividad para Cataluña. La agencia Fitch rebajó, el pasado jueves, dos escalones la calificación crediticia de Cataluña, desde BBB- hasta BB, situándola en la consideración de bono basura por la resolución independentista. Lógicamente, la demencia secesionista no es inocua. El legado que Mas y los suyos están dejando a Cataluña ya es devastador. M. Madrid