Tras la gran polémica que surgió por las fiestas de Boris Johnson y que le acabaron costando el liderazgo de su partido y el cargo de primer ministro de Reino Unido, ahora quien cobra fama por ir de fiesta es su homóloga finlandesa, Sanna Marin. Parece que los primeros ministros son aficionados a las fiestas, ¿y Pedro Sánchez también? De momento el español destaca más por volar demasiado en el contaminante Falcon y ahorrar energía quitándose la corbata.

A sus 36 años, Marin lo ha dado en una fiesta como se puede ver en un vídeo, pero ha tenido que matizar que no tomó drogas: “Me decepciona que se haya hecho público. Pasé la noche con amigos. De fiesta, bastante salvaje, sí. Bailé y canté”. Cosas, dice, “perfectamente legales”. En julio, asistió a un festival de música (en esto sí coincide con Sánchez, que usó el Falcon para ir al Festival de Benicasim en julio de 2018, recién llegado a La Moncloa). Además, Marin fue a otra fiesta en diciembre y no la pudieron localizar para informarle de que era contacto estrecho de un enfermo de Covid-19.

Y el polémico vídeo de la fiestera Marin llega justo cuando el Ministerio de Defensa de Finlandia ha informado de que dos aviones de combate rusos son “sospechosos” de violar el espacio aéreo del país. ¡Qué oportuno!