Iglesia de Nuestro Salvador sobre la Sangre Derramada, Rusia
Vladimir Putin ha decidido retrasar la edad de jubilación. La verdad es que los rusos se retiraban muy pronto. Pero, en cualquier caso, ha sido un retrato a lo bestia. Los varones se retiraban a los 60 años de edad y, a partir de ahora, a los 65. Las mujeres se jubilaban a los 55 y ahora lo harán a los 63 años de edad.
La pirámide de población rusa no anda tan envejecida como la española y la tasa de natalidad es mayor. Pero Putin lo ha hecho de golpe porque sabe que el peligro es real. En España estamos igual o peor, pero ningún político se atreve a evitar la quiebra de las pensiones. Resultaría impopular.
Aunque ya se sabe que, muchas veces, al pueblo le gustan las medidas antipopulares cuando son justas.