Parece una jugada del destino lo del bichejo ese, un mosquito (el Aedes aegypti), y que trasmita el virus sólo a las embarazadas. Pero, oh cielos, ha sido rápidamente aprovechado por emblemas del control de la natalidad, como la Organización Mundial de la Salud, para aconsejar a las mujeres cosas como que no se queden embarazadas hasta 2018. Y a partir de ahí pueden hacer sus cálculos porque sólo dos países, Canadá y Chile -según la misma OMS-,  se libran de momento, de los potenciales daños cerebrales que provoca esa bestia en el bebé. El primero por el frío -el mosquito no sobrevive en esas condiciones- y el segundo porque está protegido por el desierto de Atacama. Y a la OMS, una de las organizaciones preclaras del Nuevo Orden Mundial, qué cosas, le han seguido, también rápidamente, sus afines, agencias que predican en el mismo sentido. Se entienden las medidas de investigación -en curso- o de precaución, pero tanto como aconsejar a las mujeres que se olviden de tener niños en dos años. Pelín exagerado, ¿no?, sobre todo por la ingente cantidad de consejos que se pueden ingeniar sin llegar a ese extremo. Recuerda a eso de matar moscas a cañonazos. Otra casualidad. Hispanidad redaccion@hispanidad.com