El vicepresidente del Gobierno no va a repartir alimentos en la parroquia de San Juan de Dios, situada en su antiguo barrio de Vallecas -esa localidad de la que nunca iba a irse Pablo Iglesias-. Y eso que el 20% de las personas que acuden a la parroquia no tienen ningún ingreso. Desde que comenzó la crisis económica por el confinamiento, el párroco, Gonzalo Ruipérez, atiende un 40% más de peticiones de comida.