Decíamos ayer que las lágrimas de cocodrilo de Vinicius, alabado por la parte más estúpida de la estúpida progresía española, es algo que ningún país que se precie debería aceptar. Si tan racistas somos los los españoles que les provoca llanto, lo mejor es que se marche de España. Con su talento futbolístico, seguro que le ficha cualquier equipo. Así dejará de llorar.

Ahora es el momento en el que Vinicius y Rodrigo, jugadores del Real Madrid, deberían criticar la actitud antideportiva de sus compañeros. Si no, que se marchen a otro país menos "racista

Con todo ello, el partido entre las seleccione de fútbol de Brasil y España andaba ya calentito. Los brasileños no vinieron a Madrid a jugar al fútbol, vinieron en plan Black Lives Matter, y practicaron la chulería macarra en el Santigo Bernabeú. La actitud de Lucas Paquetá o el desprecio con el que el propio Vinicius empujó a Laporte, así como la pueril ofensiva del adolescente Endrick, eran producto del ambiente creado. No se trataba de un partido de fútbol era un mitin de reinvindicación antiracista ante un racismo inexistente en España o, al menos exagerado hasta la estupidez.

 

 

Y conste que los español nos tenemos bien merecido la chulería brasileña en pleno Madrid: por bobos. Si nosotros no nos respetamos, ¿por qué iban a hacerlo los macarras futbolistas brasileños, tanto los blancos como los afrodescendientes?

Sólo el madrileño Rodrigo Hernández afeó su conducta a los brasileños. A lo mejor, como reside en Manchester, ha perdido sus complejos hispanos

Brasil no vino a Madrid para unirse a los españoles contra el racismo, vinieron a Madrid para llamar racistas a los españoles, en nuestra misma casa, envalentonados por la actitud políticamente correcta de la progresía española... justo un día después de que el brasileño Dani Alves saliera en prisión provisional por violar a una española. 

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Ahora es el momento, mismamente, de que Vinicius y Rodrigo, jugadores del Real Madrid, criticaran la actitud antideportiva de sus compañeros de Selección. Si no, que se marchen a otro país menos "racista".

Sólo un centrocampista de la Selección española, el madrileño Rodrigo Hernández, afeó su conducta a los brasileños. A lo mejor, como reside en Manchester, ha perdido sus complejos hispanos.  

A los brasileños hay que decirles lo mismo: si tanto odian a España y su ancestral racismo, ¿porque vienen aquí? Y a Vinicius, fautor de todo este lío: menos lágrimas de cocodrilo, chaval

A los brasileños hay que decirles lo mismo: si tanto odian a España y su ancestral racismo, ¿porque vienen aquí? Y a Vinicius, fautor de todo este lío: menos lágrimas de cocodrilo, chaval.

Insistimos, sólo el madrileño Rodrigo Hernández afeó su conducta a los brasileños. A lo mejor, como reside en Manchester, ha perdido sus complejos hispanos.