No se trata de levantar el dedo, sino de levantar los principios
La rueda de prensa del lunes nos mostró a un Santiago Abascal fuerte en las formas pero flojo en el fondo: ese no es el camino. Insisto: Vox tiene dos almas: el alma azul del falangismo, que cuanto antes abandone mejor, y el alma cristiana, que no sólo es su identidad lógica sino algo estratégicamente más importante: su enseña distintiva, porque el PP de católico ya no tiene nada y porque el alma falangista, un Estado fuerte, es absolutamente compartida por la izquierda progre, tanto sanchista como podemita.
Y todo lo anterior significa algo tan sencillo como esto: Abascal debe decir 'no' a los pactos con el PP... si éste no cumple los principios no negociables. y no parece que Feijóo tenga ninguna gana de hacerlo. Más bien al contrario.
Esos principios son vida, familia, libertad de enseñanza y bien común. Los tres primeros aluden a la ideología de género, asumida por el PP y convertida en el único ideario que le queda a la izquierda.
Abascal debe plantarse ante el PP ahora, no el 24 de julio... porque si no se planta ahora... tampoco se plantará el 24 de julio
Es la ideología Woke, tan estúpida, que sólo una sociedad estúpida puede aceptarla sin ruborizarse. ¡Anda, si esta sociedad la ha aceptado!
Lo del bien común hace relación a aquellas palabras de San Pablo: (Hechos, 20, 35: "Siempre os he dicho que es trabajando como se debe socorrer a los necesitados". Trabajando, no con subvenciones públicas pagadas con el dinero de los demás. Y concluye el apóstol de los gentiles: que hay más alegría en dar que en recibir... subvenciones públicas (las últimas palabras son mías, no de Paulo de Tarso).
Desde hace una década, el PP no es sino una maquinaria de poder, sin valores: la viva imagen de la tibieza moral
El líder de Vox se la juega ahora, tras las municipales y autonómicas, en junio, no en las Generales del 23 de julio. Se la juega porque si acepta pactar con la tibieza moral del PP en autonomías y municipios, ya sabremos todos que ha vendido los principios no negociables a la participación de Vox en gobierno con el PP. Y encima, el PP le despreciará en esos gobiernos.
Recuerden que, desde hace una década, el PP no sino una maquinaria de poder, sin valores: la viva imagen de la tibieza. Abascal debe plantarse ante el PP ahora, no el 24 de julio... porque si no se planta ahora... tampoco se plantará el 24 de julio.