La Audiencia Nacional ha archivado el famoso caso de la 'caja B' del Partido Popular. Ha rechazado el recurso presentado por el PSOE, que en este año electoral de 2023 nada desea más que ver a su principal oponente en el banquillo de los acusados.

Recuerden que la presunta 'caja B' del PP constituyó el principal argumento electoral del Sanchismo durante las dos convocatorias electorales de 2019. Para los socialistas, el PP acudía 'dopado' a las elecciones y por eso, había llegado al poder. Pues bien, dentro de ese dopaje, la droga fundamental era la 'caja B' porque no comprometía a un dirigente político, sino a toda la formación. 

Ocurre ahora que los jueces archivan el caso y dicen que no existió tal 'caja B'. Es más, esta decisión judicial vendría a ratificar el Caso Bárcenas, donde el busilis era si Bárcenas se  había llevado dinero o si se lo había todo el PP.

Fue con la 'caja B' con la que el PSOE y Podemos lanzaron el famoso eslogan de que el PP era el partido más corrupto de Europa. 

Y en paralelo, también se ha conocido hoy que el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, quiere reabrir el Caso Cospedal, que fuera cerrado por los tribunales. Precisamente, en este año electoral de 2023. 

Y de todo lo anterior, pueden sacarse dos conclusiones:

-En primer lugar, que nadie como los socialistas para sacar rédito político a los casos de corrupción del adversario, ciertos o falsos. El PSOE muestra una gran capacidad para que la actualidad se centre en la corrupción del PP y no en la socialista. 

-En segundo lugar, la conclusión más dura: a nadie le preocupa la corrupción, sino la utilización política de la corrupción.