En el XXV cumpleaños de los 10 millones de votos de Felipe González. El factor decisivo será la abstención en las Municipales del 27-M. El 28-O es la fecha idónea: muchos votantes socialistas no soportan el radicalismo de Zapatero, pero no se quedarían en casa en el aniversario mágico. Por último, en 2008 llegarán las vacas flacas de la economía, vía endeudamiento máximo de las familias

No, no lo tiene claro. El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuenta con un empate técnico PSOE-PP, o al menos eso es lo que le dicen las encuestas. Ciertamente, el PP necesita no sólo ganar, sino hacerlo de forma clara, si no quiere que ZP se apresure a lograr el apoyo de los nacionalistas vacos y catalanes para formar una mayoría de Gobierno. Esta es la razón por la que Mariano Rajoy intenta aproximarse a PNV y CIU, a Josu Jon Imaz y Artur Mas –antes que a Durán i Lleida, de quien tiene un pésimo concepto- pero lo cierto es que ZP le lleva mucha ventaja en este empeño.

En cualquier caso, el radicalismo del presidente del Gobierno empieza a pasarle factura al PSOE. Lo que más preocupa al equipo de José Blanco y a los más importantes fontaneros de Moncloa no es el PP, sino el anti-zapatismo: hay gente que no soporta al presidente, algo que no ocurría a comienzos de legislatura. Y entre ellos, se cuenta más de un votante del PSOE.

Por todo ello –y éste es el punto que condiciona a día de hoy toda la política y la economía españolas- ZP está pensando en adelantar las elecciones. Para ser exactos, sus asesores más considerados, que siguen siendo ‘los migueles' –José Miguel Contreras y Miguel Barroso, muy por delante de Rubalcaba, Pepe Blanco y De La Vega- le ofrecen adelantar las elecciones al 29 de octubre próximo, es decir, en el vigésimo quinto aniversario del 20-O de 1982, la fecha en que, con sus 10 millones de votos, el socialismo conquistó La Moncloa con Felipe González al frente. Eso sí, todo depende del mismo factor que, según Barroso, constituye la clave electoral en España: la abstención. Insistimos: hay muchos votantes de izquierda hartos del progre-capitalismo de ZP, y los estrategas socialistas son muy conscientes de ello. Pero hay más: no conviene esperar a 2008, porque la sombra de la crisis económica ya aparece por el horizonte. ZP presume de que el crecimiento del PIB español es estupendo, pero los expertos saben que el PIB per capita está creciendo ya al mismo nivel que la media europea, y que los precios cada vez son más altos. En pocas palabras: crece la economía porque crece la población, pero la riqueza relativa no crece. Es más, el modelo económico español está basado en salarios altos y vivienda cara. La vivienda no entra en el IPC, por lo que no se refleja en la inflación oficial, pero es la causa del endeudamiento agobiante de las familias.

Es más, la economía crece gracias a los inmigrantes, dispuestos a trabajar en condiciones muy duras, pero esos mismos inmigrantes son los que han hecho que se desplomen los salarios al tiempo que aumentan los tipos de interés. En resumen, el modelo no puede aguantar mucho más: hay que adelantar elecciones.

Eso sí, hay un dato muy importante, por ahora invaluable: la abstención del votante socialista en las municipales del 27 de mayo, la misma abstención que propició la mayoría absoluta de Aznar en 2000. Si se ve que la parroquia socialita se da a la abstención en las municipales, no se podrá esperar hasta febrero para convocar las generales: el PP podría ganarlas.

Hay otra razón para el 28 de octubre. Aunque el Tribunal Constitucional, presidido por la filo-socialista Maria Emilia Casas es independiente –naturalmente- en Moncloa cuentan con que el dictamen del TC sobre el Estatut catalán no se dictaminará hasta finales de año. Y otra cuestión vital: cuidado con el asunto vasco. En Moncloa cunde la convicción de que lo que no se consiga antes del otoño no se conseguirá en años. Por el momento, la idea madre de los Migueles, es decir, que ZP se convirtiera en el pacificador de Euskadi, se está prolongando con carácter indefinido.