Oído ayer jueves, en la calle Blasco de Garay, distrito de Chamberí, Madrid. Un joven de larga melena, camiseta con leyenda revolucionaria, vaqueros primorosamente raídos y melena digna de ser trabajada por el mejor de los estilistas, le dice a su colega de marcha urbana: "Yo moriré pero antes me llevo por delante a 15 nacionales".
Muchos nacionales me parecen pero eso no significa nada: significa que, como si se tratara de un yihadista, este hijo de Occidente está presto al sacrifico de su propia vida, siempre que se lleve a 15 por delante.
No dijo 15 fascistas sino 15 nacionales -nada que ver con la vieja marca de tabaco-, lo que revela una erudición histórica producto de la LOGSE y no de la reaccionaria LOMCE.
Muy significativo del ambiente reinante en España. No significa que nuestro antisistema vaya a matar a nadie. No es sencillo asesinar. Pero el caldo de cultivo para el guerracivilismo ya reina entre nosotros.
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