Y el número uno del mundo, General Electric (GE), busca empresa para comprar en España. Y es que esto del prefabricado y la construcción industrializada (que es lo mismo) ofrece una apabullante liquidez, y el mayor fabricante del mundo de bienes de equipo no quiere perderse el negocio. Además, sabe que la vivienda particular prefabricada aún no ha estallado, pero podría estar a punto de hacerlo.

Es sabido que uno de los elementos que con mayor facilidad corrompe la naturaleza humana es el del elogio. El piropo y la alabanza pueden corroer al espíritu más templado y entontecer a las almas más robustas. El poder destructivo del elogio es tremendo, feroz. Por eso, los especialistas en atraer inversiones extranjeras, por ejemplo a General Electric, no tienen el menor reparo en utilizar el halago para que la empresa norteamericana se instale en España. La verdad es que tampoco es para tanto. La industria del prefabricado conlleva su tecnología, pero no estamos hablando de semiconductores. Es más asequible... incluso para una empresa española.