En vísperas de vacaciones se termina el culebrón: Telefónica (TEF) se hace con el control de la operadora brasileña de móvil, VIVO tras pagar a Portugal Telecom (PT) 7.500 millones de euros por un 30%. Aquí están los datos. Esto supone valorar la empresa adquirida en 25.000 millones de uros, una cantidad que el mercado ha recibido con precaución. Lógico, la operación es excelente y abre a Telefónica el mercado brasileño, especialmente tras la fusión con Telesp, pero los factores políticos la han encarecido. Hasta tres veces ha tenido Telefónica que elevar el precio.
Los culpables: el primer ministro portugués José Sócrates y su amigo, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Sócrates ha actuado como broker de PT y Bruselas se le ha echado encima por vetar políticamente una decisión empresarial. Pero aún más grave es que Rodríguez Zapatero, en lugar de apoyar a la empresa española haya apoyado a los lusos. Desde Moncloa, no sólo no se ha pasado la opción española sino que, encima, se ha presionado a la operadora española a favor de Sócrates y de Portugal Telecom.
De hecho, la operación VIVO se ha convertido en centro de atención en toda Europa a fin de decidir la eterna pugna entre el papel de los políticos y de los accionistas o propiedad de una empresa.
Ahora llega la fusión entre el fijo Telesp y el móvil VIVO, en lo que se convertirá en la gran filial de TEF en el mundo. El regulador brasileño tendrá que aprobarlo, lo que tardará entre dos y tres meses.
Buena operación, pero muy cara.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com