Al final, el presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, lo ha tenido muy claro : 1.100 millones de euros son más que 840. Por tanto, la productora catalana, primer accionista de La Sexta, es decir, del canal de TV más próximo a La Moncloa, aún más que PRISA, se ha hecho con los derechos de retransmisión televisiva del Real Madrid para los próximos 7 años. Es decir, el club arquetipo de la unidad de España, el equipo del régimen durante el Franquismo, presidido por un señor de Palencia, vende sus derechos a la productora Mediapro, buque insignia, no sólo del nacionalismo catalán, sino de la vertiente más extrema del socialismo catalán. El primer accionista de Mediapro es Jaume Roures, que dirigiera la campaña del mundo del espectáculo contra la Guerra de Iraq o, para ser más exactos, contra el apoyo de Aznar a dicha guerra.

Mediapro competía contra Polanco y contra Telemadrid, quien había recibido el apoyo del Gobierno regional de Esperanza Aguirre y de Caja Madrid. De hecho, 120 millones de euros por temporada significa duplicar lo que ahora mismo cobraba del Real Madrid de Sogecable. Sin embargo, 1.100 son más. De esta forma, el palentino, un presidente que aún no ha asegurado su plaza, ha comprometido al Madrid por siete temporadas. Telemadrid ha advertido (Ver comunicado) que con ello el interés general famosa expresión- queda disminuido, dado que los madrileños no podrán seguir a su equipo. Es cierto que no podrán seguirlo por Tele Madrid, aunque sí por La Sexta, que se supone será el beneficiario final de la compra de Mediarlo.