He leído que una parte -mínima- de la prensa catalana ha titulado el partido final de Roland Garros entre Nadal y Ferrer -mallorquín y alicantino, respectivamente- como final catalana.
Esto no es un error de imprenta; forma parte de la política anexionista a largo plazo, que se apoya -entre otras cosas- en los mapas que emiten editoras catalanas con el título "Países catalanes" -Cataluña, País Valenciano (nombre anticonstitucional) y Las Islas-, o el dinero público que se da a la asociación "Acción Cultural del País Valenciano", contando, además, con la colaboración del "enemigo en casa", léase los partidos y sindicatos de izquierda, que se titulan "del país valenciano".
Y todo ello ¿en base a qué; pues en que sostienen que la lengua propia de la Comunidad Valenciana y Baleares es el catalán.
Hace más de cinco siglos Juan Martorell, de Gandía, escribió Tirante el Blanco, probablemente la obra de caballería mejor del mundo -al menos eso dijo Cervantes- y el propio autor decía que escribía en lengua valenciana…
No obstante, aún suponiendo que Martorell se equivocase y escribiera sin saberlo en catalán, nadie tiene derecho a llamarnos "catalanes", y nunca hemos sido parte de ese trozo de España.
Con tan falaz argumento España podría adjudicarse todos los títulos mundiales conseguidos por Argentina, Chile, Cuba, México, República Dominicana, Uruguay, Venezuela… entre otros.
Amparo Tos Boix