Película de ladrones de guante blanco, The Code resulta fácilmente olvidable porque su argumento no aporta nada nuevo.
Jack Monahan (Banderas) es un ladrón de poca monta que se enfrenta ahora al mayor reto profesional de su delictiva carrera: Ripley (Freeman), un ladrón de la vieja escuela, le ha escogido como compañero para su próximo gran golpe: el robo de unos valiosísimos huevos Fabergé. No obstante, a pesar de ser socios, ambos se enfrentan cuando Jack entabla una relación amorosa con Alex, una bella abogada ahijada de Ripley
Ripley necesita dar este golpe para saldar sus deudas con un poderoso capo de la mafia rusa, pero ni todo es lo que parece ni todos son lo que dicen ser en éste thriller-rompecabezas en el que incluso el rostro más angelical esconde el más perverso de los fondos...
The Code constata que el actor malagueño sigue sin encontrar papeles adecuados en Hollywood y lo mismo puede decirse, en los últimos años, de su coprotagonista en este largometraje: el veterano Morgan Freeman (a éste último resulta muy habitual verlo en modestas películas de cine independiente). En The Code, Banderas prácticamente repite el mismo personaje de su película anterior: Mi novio es un ladrón (2008) mientras que la parte presumiblemente más atractiva de la trama: la planificación y ejecución del robo recuerda demasiado a películas del mismo tipo como, por ejemplo, La Trampa.
De tal forma que The Code es simplemente una película entretenida...
Para: Admiradores del dúo protagonista