Es decir, con su actitud obstruccionista, el Banco de Italia ha evitado que Francisco González se hiciera con una entidad que es una castaña, además de ofrecerle unas esplendidas plusvalía, que hubieran sido mucho menores sin el escándalo. Quien debe estar cabreado com el Banco de Italia es UNIPOL. Los que deben de estar contentos son los accionistas, que se han hecho con una plusvalía de 523 millones de euros.
Lo que ocurre es que FG necesitaba una gran operación para no perder la estela de Emilio Botín y para que no vuelva a ser un presidente contestado, no en el interior (la contestación interna no existe en banca) sino en el exterior. Ojo : en septiembre, Moncloa atacará de nuevo : quiere a FG fuera del BBVA.
A FG no, pero al BBVA, el Banco de Italia, le ha hecho un gran favor. Y el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, está feliz.