Viernes 26: la principal empresa española, Telefónica, la primera en capitalización junto al Santander, presenta su cuenta de resultados correspondiente a 2009. Los informes de analistas son unánimes. Se han cumplido los objetivos y el horizonte se presenta despejado. Casi todo ellos elogiosos. En Hispanidad nos consta que los dos accionistas de referencia, BBVA y Caixa, aplauden la gestión de César Alierta.
Sólo un pero: los móviles españoles. Precisamente en móviles, no en la quieta, como se conoce en la casa a la telefonía móvil. Caída de ingresos del 7,6% y del margen en un 37%.
Internacional no puede ir mejor, así como las cuentas consolidadas. El conjunto muestra un claro incremento de los ingresos y se cumplen todas las previsiones anunciadas al mercado.
El beneficio neto de 2009 se elevó a 7.776 millones de euros, un 2,4% más que en 2008 y todas las variables muestran que en 2009 se incrementó la actividad, con repunte en todos los márgenes durante el cuarto trimestre del año.
Al final, se cumple el compromiso de 2,10 euros por acción de beneficio básico.
Una de las claves de buen ejercicio es la diversificación, tanto geográfica como en productos y servicios.
Por zonas, lo mejor Iberoamérica, luego Reino Unido.
¿La mayor asignatura pendiente de Alierta, además de la mencionada división de móvil española? La reconversión laboral, pero no de la plantilla, sino del mastodóntico equipo directivo, una reconversión que Alierta siempre se ha negado a afrontar.
En Telefónica no sobran trabajadores, sino directivos. Por lo demás, todo está en orden.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com