Los sindicatos convocantes de la huelga exigen una mejora salarial del 4%.
En Iberia hay 4.300 tripulantes de cabina, luego azafatas. Al entrar, sin muchos más requerimientos que el inglés, cobran 25.000 euros, pero la media del conjunto de la plantilla sale por 50.000 euros anuales. Hay azafatas que superan los 75.000 euros. Cobran un 30% más que sus azafatas de British Airways (que va a despedir a 3.000 empleadas), con quien pueden fusionarse y un 45% que la media de salarios de los low cost.
Los paros están convocados por dos de los cinco sindicatos y el seguimiento de la pasada semana fue mínimo, no alcanzó el 10%, pero este es un negocio difícil, muy reglado, y ese menos 10% exigió la supresión de 400 vuelos. Todo esto, en la peor crisis del sector.
Piden un incremento salarial del 4%, porque aseguran, y es cierto, que llevan cuatro años con el salario congelado. Lo que ocurre es que todo el mundo, también el personal de tierra, ha tenido que apretarse el cinturón para no tener que recurrir a despidos masivos. Y el presidente Vázquez esta dispuesto a subirles ese sueldo, pero siempre que acepten integrarlo dentro del plan 2012, que supone para la plantilla fuertes recortes.
Seguimos negociando.