Estamos ya en 4.422.359 desempleados, según ha informado hoy en rueda de prensa la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo (en la imagen). Estos datos, ha señalado "confirman el deterioro de la situación económica en el segundo semestre del año". Su compañero en la rueda de prensa Tomás Burgos, responsable de la Tesorería de la Seguridad Social ha calificado los datos como muy negativos. Las cifras son catastróficas. En diciembre, el incremento fue del 0,04%, lo que equivale a 1.897 nuevos inscritos en el antiguo Inem, sin contar por supuesto las personas que no se han apuntado por no tener derecho a prestación. El año ha terminado con 355.000 afiliados menos en la Seguridad Social. Ya sólo somos 17.229.922 las personas que cotizamos, En diciembre ha 18.609 afiliaciones menos a la seguridad social. Las cifras han tenido efectos inmediatos, a mediodía el Ibex bajaba un 1,01% .
El año que se ha ido no se ha comportado especialmente bien con las mujeres. El paro masculino sube en 156.550 personas, un 7,62%; y el femenino ha tenido un incremento de 165.736, es decir, un 8,10%. Las medidas de fomento a la contratación femenina, muy limitadas en el caso de los contratos indefinidos, se han revelado como insuficientes.
Engracia Hidalgo se ha mostrado parca en palabras en su debut ante los medios. Casi se ha limitado a leer la nota. Tiene mucho trabajo por delante y no quiere precipitarse. Tanto ella como su homólogo en la Seguridad Social, Tomás Burgos han apelado a la responsabilidad de la negociación que están llevando a cabo los sindicatos y la laboral. Y han señalado que, por supuesto, si no hay acuerdos, el gobierno tendrá que actuar. Con respecto a los sistemas de medición del número de desempleados, en los que no se contabiliza a las personas que siguen cursos de formación, se ha limitado a manifestar que aún es pronto para analizar dar una valoración de la metodología utilizada. De momento, la metodología más fiable sigue siendo la de la EPA. Los próximos datos, que se publicarán a finales del mes de enero, pueden ser terribles.
Sara Olivo
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